aquella noche.

Miradas que se lo dicen todo sin hablar, palabras sin sentido que terminan en cálidos besos, caricias que se funden con la piel... 
Eran más de las 4, una última copa ,o al menos eso decíamos desde la tercera copa ,  casi no podía sostenerla , estaba  ebria y no me importaba para nada, sabía que estaba contigo y eso me sobraba.
Me miraste suplicándome que me dejara llevar, yo te dije que pararas, me dí la vuelta, cuatro dedos en mi espalda y me ví en la encrucijada de pararte o tumbarme y seguir... 
Pero eras tú, tú hacías que me sintiera eléctrica y tan solo el roce de tus labios me llevaba al paraíso...